jueves, 27 de octubre de 2011

Red Hot Chili Peppers - "Dani California" (2006)

Toda mujer heterosexual sabe que un video ideal de Red Hot Chilli Peppers sería una sucesión de tomas del sacrosanto y perfecto torso de Anthony Kiedis, el vocalista. Es una idea que dejo ahí, gratuitamente, a los productores del grupo.

Para la presentación del doble album "Stadium Arcadium" (concitó la unanimidad de la crítica al calificarlo de decepcionante), los Red Hot apostaron por el single Dani California. Dani es un personaje recurrente en su discografía, ya que ha aparecido en canciones como "Californication" o "By the way". Kiedis la resumió como un compendio de ficción de todas las mujeres con las que se ha relacionado, que no han sido pocas. En la canción, Dani es una chica de origen muy humilde, nacida en Mississippi de una familia desestructurada, que vive de forma temeraria y al margen de la ley, y acaba sus días tiroteada por un tipo mientras seguía su camino a través de Estados Unidos.

Siendo ésta la temática para la letra, el video se vuelve más desconcertante, porque no tiene nada que ver con lo que se cuenta. El video es un repaso, con un punto paródico pero con mucho respeto, a las estéticas que han ido acompañando a diferentes estilos musicales desde los años 60 hasta la actualidad. Toda la banda se presta a esta fiesta de disfraces, dirigidos por Tony Kaye (responsable de una película tan estupenda como "American History X").

Aquí les tenemos con un look a lo "rockeros participando en el Show de Ed Sullivan", con la indumentaria clásica, el contrabajo y los tupés que definieron los primeros años del rock. Son evidentes las reminiscencias de Elvis Presley.
A continuación, se nos muestran en un estilo más cercano a The Beatles, con el pelo casco y las gafas de pasta oscura. Flea diría que no se trataba de los Beatles en concreto, sino de la "invasión británica".
El siguiente estilo nos recuerda a la psicodelia, y a la vez a Jimi Hendrix, pero con un punto estético que parece anticipar al propio Prince.
Después, se nos aparecen en plena era funk, con premio al estilismo del bajista Flea, con su chaqueta y sobre todo sus gafas de estrella.
Y sin solución de continuidad, de cabeza al glam, con sus elegantes atuendos y sus toneladas de lápiz de ojos y maquillaje. Atentos al salto de Flea en el 1:49. No lo llaman "pulga" por nada.
El siguiente grupo al que vemos es inequívocamente Sex Pistols; la camisa blanca y el pelo de Johnny Rotten son inconfundibles, y con esta parte del video, Red Hot rinde homenaje a quienes pusieron en órbita el punk en el Reino Unido.
Por fin llegamos a la parte buena del video, es decir, la parte descamisada. Recordando al rock gótico, Kiedis y compañía se nos ponen oscuros y siniestros, se peinan con demasiada gomina y hacia delante, y se maquillan de una forma que recuerda vagamente a Kiss, un grupo que no se puede categorizar como rock gótico, pero que gustaba de presentarse con una escenografía muy particular.
La parte divertida llega con el "hairy rock" o "rock de peluquería", que tanto triunfó en los 80 (piensen en Bon Jovi antes de que su madre le obligara a cortarse el pelo). A las pelucas locas se le unen las mallas "momento Van Halen" y los movimientos pélvicos que hoy parecen ambiguos, y que en la época ya lo parecían (por lo menos a Steve Tyler, que por algo cantaba aquello de "Dude looks like a lady".
Turno para el grunge. Imposible no ver a Nirvana en esta escena, con Kiedis remedando a Cobain en un ambiente de velas encendidas y mucha melancolía.
Por último, se nos muestran los propios Red Hot Chili Peppers en la actualidad, como queriendo decir que son lo que son porque han recogido la influencia de todos aquellos que marcaron la historia del rock con su música y su evolución. Y todo ello mientras nos cantan la historia de la buena de Dani California, una chica sin suerte.

Bonus track: la actuación de los Red Hot Chili Peppers en el especial que devolvió a Krusty el Payaso a su trono de rey de las tardes de los niños de Springfield:

domingo, 23 de octubre de 2011

Blur - "Parklife" (1994)

Yo siempre digo que una persona a lo largo de su vida puede cambiar de gustos musicales, pero que la música que escuchaba cuando era adolescente no la dejará nunca de lado.

A mí me pasa eso con el "brit pop" aquel fenómeno que revitalizó la estancada escena británica a principios de los 90 y qué se esfumó con el mismo sigilo con el que llegó. Pero el legado que dejaron los Blur, Oasis, Pulp, Supergrass, Suede o mis adorados Ocean Colour Scene quedó ahí para siempre.

"Parklife" fue el tercer álbum de Blur y lo grabaron con la imperiosa necesidad de llegar al público ya que su anterior trabajo "Modern Life Is Rubbish", editado el año anterior, sólo gustó a la crítica. A la hora de titular el disco la banda tuvo una de esas ideas que puede sepultar un carrera para siempre. La idea en cuestión era que la portada fuera una foto del Palacio de Buckingham y titular el disco "Soft Porn" (Porno Suave). Al final la discográfica optó llamar al disco igual que el corte 4 y poner en la portada una foto de una carrera de galgos y en la contraportada a la banda viendo una carrera en el canódromo.


El vídeo de "Parklife" fue dirigido por Pedro Romanhyi, un colaborador habitual de Paul Weller (padre espiritiual del "britpop") y que por esos años trabajo también con Suede.




El vídeo refleja muy bien el contenido de la letra. En él Phil Daniels, el protagonista de "Quadrophenia" y narrador también en la canción, interpreta a un comercial que vende ventanas con doble acristalamiento y Damon Albarn es su ayudante. Mientras viajan en su Ford Granada, Daniels nos va narrando en que consiste su aburrida y rutinaria vida y nos vamos encontrado con el título de la canción por todas partes. En el 2:14 podemos ver al paso del coche un póster con una jarra de cerveza que es la portada del single.

Los personajes con los que se cruzan Daniels y Albarn durante el vídeo son los miembros de la banda caracterizados, eso incluye a la "chica" de la pareja que vemos junto a su coche blanco. Un detalle curioso sucede en el 1:34 cuando vemos a hombre-anuncio y en el cartel pone "Modern Life Is Rubbissh" (el ya mencionado anterior disco de la banda) y cuando gira en el otro lado pone "End of the Century", que sería el siguiente single tras "Parklife".

La elección de Phil Daniels para narrar la canción e interpretar al protagonista del vídeo tiene bastante carga irónica. Y es que ver a Daniels, que fue un icono de la juventud inglesa de finales de los 70, convertido en un gris vendedor de ventanas que parece enorgullecerse de su monótona existencia es la muestra perfecta de lo que Blur quiso exponer en "Parklife", tanto en el single como en el disco.

"Parklife" narra la vida cotidiana, anodina y rutinaria de la clase media británica, unas personas sin sueños, sin ilusiones y que se conforman con ver pasar los días como quién pasa un rato, unas horas muertas. En ese sentido, Blur quiso trasladar a los 90 lo que The Kinks nos contaron en los 60 con temas como "Sunny Afternoon" o "Waterloo Sunset".

"Parklife" ganó los Brit Awards correspondientes a "Mejor single británico" y "Mejor vídeo".


miércoles, 12 de octubre de 2011

Mariah Carey - "Honey" (1997)

Tras divorciarse del todopoderoso Tommy Mottola, que dirigía por ejemplo Sony Music Entertainment, Mariah Carey tuvo una revelación: hacer gorgoritos no era incompatible con enseñar cacha, ni con dejar de lado el pop cursilón para abrir paso al r'n'b picantillo (aunque con tendencia a lo cursi, igualmente). Fruto de esta súbita caída del caballo, en 1997 salía al mercado el disco Butterfly. El primer single fue el que nos ocupa, "Honey". Rodado en Puerto Rico, bajo la dirección de Paul Hunter (un habitual del mundo del videoclip que también ha dirigido a Will Smith, Christina Aguilera o Janet Jackson), el video se inspiraba ligeramente en las historias de espías a lo Bond, y situaba a Mariah como una sexy agente que estaba atrapada en una mansión. Lo negó por activa y por pasiva, pero es difícil no ver una metáfora de su matrimonio: una jaula de oro de la que necesitaba escapar aunque fuera saltando por la ventana. Sus secuestradores son Eddie Griffin (el que salía en "Malcolm & Eddie) y Frank Sivero, que salía en El Padrino como extra, haciendo de testigo de la paliza que le daban al cuñado de Sonny Corleone (ya se sabe que en esa familia no había tiempo para aburrirse). Tras intercambiar unas líneas de diálogo francamente sonrojantes, Mariah Carey rinde homenaje a su ascendencia latina (su padre es afro-venezolano) diciendo unas palabras en castellano y alcanzando el clímax de su capacidad interpretativa, es decir, poniendo esta cara:
"No entiendo su pelo" No nena, ni yo tu acento. 

Mariah escapa de sus captores arréandole un buen cogotazo al más fuerte de los dos y con las manos esposadas, tras lo cual echa a correr sobre sus gigantescos tacones; todos estos factores, más el salto desde la ventana a la piscina, sitúan al videoclip en la categoría de la ciencia ficción. Obviamente Mariah no es la que salta, pero sí la que bucea en la piscina, algo que definió como una "experiencia extenuante". Mariah se quita el vestido en el agua, no te lo pierdas, y sale de la piscina recordando (llámalo guiño, llámalo homenaje) a la Ursula Andress del Dr. No:
Muy oportunamente (qué mansión para secuestrados no dispone de una), Mariah encuentra una tienda donde cambiarse de ropa y ponerse un body apropiado para huir en una moto acuática. Sus torpes captores la persiguen, pero no han caído en que no se han cambiado de ropa y, por tanto, jamás le darán alcance. No se puede ir en moto de agua con traje y corbata, hombre por favor. Concluida la infructuosa persecución, lo siguiente que vemos es a Mariah bailando con unos marineros que no se sabe bien de dónde han salido. Esto supuso otra novedad en la carrera de la Carey, puesto que tampoco había demostrado demasiada habilidad (o siquiera interés) para el baile en videos anteriores. No es que sean coreografías con un nivel de dificultad excesivo, pero sin duda eran una nota nueva, junto con los bikinis, en la imagen pública de la cantante. Tras eludir definitivamente a sus perseguidores, Mariah completa su misión, que era llegar a una isla donde la espera un joven de muy agradable aspecto, el actor y modelo cubano David Fumero. El perro era propiedad de Mariah, lo que explica la autenticidad de su actuación. Si el video era una especie de representación alegórica de la nueva soltería de Mariah, está claro que no hay color:
A partir de "Honey", Carey inició una especie de competición consigo misma en la que, sin llegar al desnudo, fue incorporando cada vez menos y menos ropa en sus videoclips, con escotes pronunciados y pantaloncitos que apenas se ganan ese nombre. Además, en el futuro Mariah iría convirtiendo sus videos en historias, más que en un conjunto de poses melancólicas, como habían sido antes. Quizás como Tommy Mottola había querido que fueran.

domingo, 2 de octubre de 2011

David Bowie & Mick Jagger - "Dancing in the Street" (1985)

El 13 de Julio de 1985 el mundo de la música fue más solidario que nunca. Los músicos Bob Geldof y Midge Ure vieron como se hizo realidad su proyecto de organizar un macro-concierto para recaudar fondos para combatir la hambruna en Etiopía (hay cosas que no cambian). Ese proyecto se llamaba "Live Aid" y se celebró entre Londres (en el estadio de Wembley) y Nueva York (en el estadio JFK).

Para contribuir con la causa Jagger y Bowie versionaron el clásico de la Motown "Dancing in the Street" que popularizaron en 1964 Martha & The Vandellas y que tenía a Marvin Gaye entre los autores de la canción.

Un mes antes del "Live Aid" Jagger y Bowie grabaron el tema en Londres para editarlo como single y donar los beneficios. Para el concierto estaba previsto que el dúo interpretara la canción con Jagger desde Nueva York y Bowie desde Wembley. Pero lamentablemente la tecnología no daba para tanto y el retraso de la señal por satélite echó por tierra la idea privándonos de una actuación memorable.

Pero siempre nos quedará su vídeo. Éste fue dirigido por David Mallet (foto), colaborador habitual de Bowie, Def Leppard y Queen a los que dirigió en "I Want to Break Free" (ya reseñado en este blog). El vídeo se rodó en el barrio de Docklands, en el este de Londres, el mismo día que se grabó el single y se tardaron trece horas en completar la doble misión.



El vídeo comienza con el dúo llamando a gritos a distintos lugares del planeta lo que tiene sentido con el proyecto y con la primera línea de la canción. Y después de unos silbidos aparece Mick Jagger con sus clásicos serpenteos y vestido con una camisa verde que daña la vista y que le queda bastante grande, tan grande como los bolsillos. Claro que Jagger pasa desapercibido en cuanto vemos el look de David Bowie. El "camaleón" se nos presenta dando saltitos y vestido con una gabardina de exhibicionista y con un... ¿pijama?,...¿kimono?..., no sé, con una prenda estampada hortera.

Ambos van por la calle moviéndose sin orden y criterio para, en el 1:10, cantar cara con cara de forma incómoda hasta bordear el morreo. Acto seguido hay un largo plano giratorio en torno ellos mientras siguen a su bola y Mick aprovecha para refrescarse el gaznate en un gesto que siempre me ha parecido lo mejor del vídeo.

Vuelven al interior de una casa donde siguen haciendo el tonto. Hay que estar atentos al 1:52 cuando, después del "Don´t Forget the Motor City", Jagger hace un gesto que se supone que está conduciendo a una mano pero parece que está limpiando un cristal. Pero vuelve a parecer Bowie para minimizar el efecto de los que acabamos de ver con un meneito gracioso.

A continuación los vemos frente al muro del primer plano del vídeo donde Jagger sigue con su show mientras Bowie, de espaldas, baila con las manos al estilo "abuela sentada en el baile de las fiestas del pueblo". Y vuelven a la calle donde siguen cada uno a lo suyo mientras amanece.

Pero ese amanecer es para despistar porque tengo la sensación que de las trece invertidas en el proyecto de "Dancing in the Street", en el vídeo invirtieron media hora.



No crean que me olvidado del último plano. Sí... me refiero al meneillo de trasero que, curiosamente o no tanto, es casi lo único que hemos visto a Jagger y a Bowie hacer coordinados en todo el vídeo. Ese meneillo está marcado a fuego en toda un generación y junto al casi
morreo del 1:20 hace que mucha gente piense como Peter Griffin. "Dancing in the Street" es el vídeo más gay de la historia" y como añade al final: "esto sucedió y todos lo permitimos".