Si alguien tuvo astucia para comprender las posibilidades promocionales y artísticas del videoclip en los primeros años 80, ésa fue Madonna Louise Veronica Ciccone, Madonna, Madge para los muy amigos. "Material girl" fue la clásica jugada madonniana, tejida con el descaro y la poca vergüenza que otorga una desmedida confianza en una misma.
"Material Girl" salió al mercado en enero de 1985, y su éxito creó casi de forma instantánea una imagen de marca de Madonna que permanece hasta nuestros días. La dirección estuvo a cargo de Mary Lambert, con quien la chica de Detroit ya había trabajado en videoclips anteriores. El video se inicia con una secuencia en la que el actor Keith Carradine contempla imágenes del propio video (en la claqueta aparece el nombre de la directora), y alaba las virtudes de Madonna ante la cámara (bendita inocencia), junto a una especie de empleado pelota que le da la razón en todo.
De ahí se pasa a la acción, y la acción es Madonna vestida como su más que confesada ídolo Marilyn Monroe, en la legendaria escena de Gentleman prefer blondes, en la que cantaba que los diamantes son el mejor amigo de una chica. Al mismo tiempo se intercalan las imágenes de la historia del video, en la que Madonna recibe regalos caros de sus admiradores, mientras que Keith Carradine aborta su idea inicial de aproximarse a la rubia con un paquete misterioso cuyo contenido nunca sabremos pero intuimos que ha de ser algo de garrafón. Nótese cómo en el transcurso del video vemos a algunos pavos que no se sabe de dónde se han salido pero se supone que van también detrás de Madonna.
Al pobre Carradine lo confunden con el aparcacoches, cosa que no es de extrañar viendo su descuidado atuendo, después de que Madonna intente hacernos creer, con toda su buena voluntad, que casi tropieza con él.
Las escenas que se inspiran en el número musical de Marilyn Monroe tienen una coreografía sencilla pero coquetuela (con ese vestido no se pueden hacer demasiados alardes), secundada la cantante por un cuerpo de baile masculino, del cual quiero destacar al bailarín de procedencia asiática, mi favorito por la carita de pena que se le queda cuando Madonna le quita un anillo (minuto 2.15) y cuando se topa con otro bailarín (en torno al 3.06).
Keith Carradine no se amilana y va a por Madonna, y lo sorprendente es que consigue atraerla con un ramo de flores manifiestamente mejorable. Que una cosa es un alegato antimaterialista y otra ser un agarrado que parece haber arrancado las margaritas de un jardín público. Pero a la chica material se la conquista con la sencillez (ahí queda la moraleja del video) y finalmente se va con Keith en una destartalada "fragoneta" (alquilada a una señor con sombrero de paja que tampoco se sabe muy bien qué pinta en unos estudios en vez de estar en un granja de Ohio) y se besan apasionadamente tras un cristal empapado.
El video contradice el mensaje de la canción. Donde éste ensalza al dinero y el confort material, aquel apuesta por el amor, aunque sea pobretón, porque es lo que siempre triunfa.
1 comentario:
el pobrecico asiático estaba perdido,jajajajajajja.Tus sabes lo difícil que puede ser aprender esa sencilla coreografiar.jajajajajjajajajja. Estaba verdico verdico,jajajajajajja
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