miércoles, 6 de julio de 2011

Robbie Williams - "She's the one" (1999)

De todos los Take That, que son cinco, Robbie Williams destacó siempre en talento, carisma y olfato para el show-business y, por qué no decirlo, también era el que estaba más bueno, al menos a juicio de ésta que escribe.

En 1999 salió al mercado uno de sus singles más celebrados, "She's the one", dentro del disco "I've been expecting you", su segundo trabajo tras independizarse de los Take That. Esta canción era una cara b de "It's only us", en lo que puede definirse como un clamoroso error de valoración. El tema se acompañó de un precioso videoclip en el que interpreta a un entrenador de patinaje artístico enamorado de su patinadora, y que debido a la lesión del patinador que compite junto a ella, tiene la oportunidad de enfundarse los patines para superar un trauma infantil y demostrar su valía.

Esta balada era original del grupo "World Party", que la había grabado apenas dos años antes, con escaso éxito de crítica y público. Claro que viendo a uno (Karl Wallinger, ex Waterboy):



y viendo al otro



no parece difícil darse cuenta de a quién van a apoyar las discográficas con medios, dinero y promoción a cascoporro. A Wallinger no le hizo mucha gracia que cedieran su canción a Robbie Williams, aunque ingresó buenas perras por este concepto.

El video fue dirigido por Dom & Nic, es decir, Nick Goffey y Dominic Hawley, que llevan dirigiendo videos desde 1994 a grupos como Chemical Brothers o Supergrass.

El video se inicia con diversas tomas de la pareja de patinadores que menos pega de la historia (ella es guapísima, y él tiene una cara de paleto cumpleañero que tira de espaldas, y si no vean el minuto 0:04, por no hablar de su evidente peluca) y su entrenador recibiendo las notas en varias competiciones. Se nota que Robbie y la chica se molan, porque el anónimo patinador pronto es desplazado, aunque no parece que eso merme su entusiasmo.

Luego vemos a Robbie consumido por la melancolía en las gradas de la pista en la que entrena. Entrenando a la pareja parece bastante exigente, sobre todo con él, que no está a la altura de la princesa sobre patines. En mitad de un entrenamiento, Robbie le pega un grito, sin mucho drama, la verdad, al patinador y éste se cae lamentable y muy poco profesionalmente (1:32). El esguince (o lo que sea) subsecuente pone a Robbie frente a la oportunidad de su vida.

Ahí entra el flashback. Un tierno Robbie Williams sufre un percance en una de sus primeras competiciones infantiles, y como los niños son así de cabrones, se ríen de él y le señalan, pero el adulto Williams se enfrentará a sus demonios y se calzará los patines para poner a todo el mundo en su sitio.

En este punto se inicia la mejor parte del videoclip, la competición en la que Robbie Williams va a dejar a todo el mundo ojiplático con sus piruetas y cabriolas, enfundado en un traje que sería la envidia de Paco Clavel en una estación de esquí, y que luego fue subastado con fines benéficos. No he logrado encontrar el nombre del doble que rodó las escenas de patinaje, pero le felicito.

Es de aplaudir la naturalidad con que se insertan giros imposibles, como las vueltas de Robbie en el aire entre el 3:14 y el 3:26, o el salto del 4:02, o el tirabuzón hacia atrás que desemboca en la mayor cara de sobrado de la Historia, la que pone Robbie a la altura del 4:15, como diciendo "ahí queda eso", para pasmo de los jueces y la concurrencia.

Al final Robbie y su chica se llevan unas puntuaciones excelentes (España les dio un 6, nada menos), mientras el patinador titular se arrima como puede con sus muletas y su peluca y su total falta de atención.

"She's the one" es un video que siempre veo con la misma deleite. Robbie ha grabado algunos otros buenos videoclips, y si hubiera encontrado extraterrestres en aquel periodo de su vida en que le dio por buscarlos, a buen seguro los habríamos visto en un videoclip suyo.

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