viernes, 5 de agosto de 2011

Katy Perry - California Gurls (2010)

El single de presentación del segundo disco de Katy Perry, "Teenage dream", tenía que ser algo ligerito y veraniego, así que se eligió esta sencilla oda a las muchachas californianas para darlo a conocer. "California Gurls" glosa las virtudes atribuidas al carácter playero y liviano de las californianas, encarnadas todas de forma irreal en la propia Perry: buenas, descaradas y "feroces", con ganas de comerse el mundo a base de fiesta; eternamente vestidas, como indica el estribillo, con bikinis y pantaloncitos cortos.

El video no es apto para diabéticos. Se concibió a partir del trabajo de Will Cotton, cuya influencia será evidente y manifiesta. A Katy le gustó mucho la obra de Cotton, inspirada en paisajes de golosinas y dulces, hasta el punto de que acabó siendo el director artístico del videoclip, cuya dirección estuvo a cargo de Matthew Cullen.

La trama del videoclip nos presenta a Katy Perry como la animada ficha de un juego llamado "Candyfornia" (inspirado en uno real llamado "Candyland"). Katy está a merced del jugador, nada menos que Snoop Dogg, un rapero que pudo llamarse tal a sí mismo durante los 90, pero que pasó de super malo malote, epicentro del gansta-rap, a colaborador de quien sea menester, desde Mariah Carey hasta Daddy Yankee. Tus méritos como rapero, que los tuvo, no resisten esa chaqueta que lleva Snoop; lástima que nadie tuviera redaños para comentárselo.


Yo es que esta chaqueta no la veo para él.


Katy tiene que avanzar por un tablero azucarado, lleno de chuches y golosinas, e ir liberando a otras piezas que están atrapadas en burbujas de chicle, gelatinas y envoltorios, al tiempo que descubre los secretos de ese bosque de caramelos, luciendo una peluca que no le queda bien a cualquiera, pero que ella lleva con mucho estilo. Ya en el 0:22 Katy topa con sus enemigos mortales, los ositos de gominola, que lejos de la almibarada imagen que tenemos de ellos, son groseros y antipáticos y le hacen una peineta que no viene a cuento.

Nuestra amiga la Perry trepa por unas regalices (las que no resultan ser serpientes) y se despelota sobre una nube de algodón a partir del 0:54, para regocijo de sus fans masculinos y heteros, poniendo esa cara picarona pero inocente con la que tanto ha jugado desde "I kissed a girl". Prosigue su avance y de repente la vemos convertida en girl-scout que va a vender galletas a la casa del hombre de jengibre, pero claro, éste no le compra; sería absurdo. El hombre de jengibre se agarra a sus principios pero eso le cuesta la vida, porque Katy y sus amigas, literalmente, se lo comen. Cuántos no hubieran querido ser de jengibre tras ver esta secuencia.

Katy, ataviada con un top de cupcakes, y sus chicas llegan a la playa y se marcan un baile que queda resultón pero que entraña poca dificultad, porque si bien es evidente que Katy Perry es una mujer excelentemente dotada, no es menos cierto que para el baile no lo está, como se puede comprobar en el video de "Hot'n'Cold". Por el 2:30 se inicia el inevitable rapeado, porque queda feo hacer venir a Snoop Dogg sólo para ponerle una chaqueta horrorosa, y Katy aparece con el vestido menos favorecedor del mundo. Al menos en mi opinión, con lo bien que iba.

El Armaggedon azucarado está a punto de desencadenarse. Las huestes de gominola de Snoop Dogg se plantan frente a Katy y sus muchachas con aviesas intenciones, sin saber que la Perry, que siempre está preparada para lo que sea, tiene el arma mortal con la que va a derrotarlas: dos botes de nata batida que se ajusta al sujetador (es increíble que ese sujetador rojo le haga los pechos aún más grandes, ríete tú del Wonderbra) y que dispararán su dulce y letal contenido para no hacer prisioneros entre los ositos.

Snoop tiene que rendirse y es enterrado en la arena como señal de su derrota; quizás con eso aprenda a no ir de game-master por la vida y no dejar a Katy vagando por ese tablero de glucosa incontrolada que viene a ser una metáfora de la dulce vida californiana.

Si algún día van a California y vuelven decepcionados porque lo que se encuentran no es exactamente esto, les animo a crear su propio grupo de Facebook: "Yo también culpo a Katy Perry de mis altas expectativas con respecto a California".

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