Pero en lo que a la música moderna se refiere siempre han estado encerrados, a lo bicho-bola. Ellos han sido más de cantantes melódicos como Charles Aznavour, Edith Piaf o Jacques Brel. En realidad, Brel era belga pero los franceses se lo vendieron al mundo como suyo, mira como no han hecho lo mismo con Jean Claude Van Damme.
Pues eso, que al norte de los Pirineos les cuesta reconocer a un trasgresor e innovador musical, aunque sea de los suyos. Sólo así se explica que en nuestra querida España, esta España mía, esta España nuestra... hayamos gozado del mayor creador que ha dado la música gala en las últimas decadas. ¡Cómo hemos disfrutado contigo, Georgie Dann!.
Este panorama cambió cuando en el panorama de la música electrónica finisecular (como diría el crítico de cine Carlos Aguilar) aparecieron dos bandas de éxito, Daft Punk y Air. De los primeros ya hablaremos en este blog, es cuestión de tiempo.
Air está formado por el duo Nicolas Godin y Jean-Benoit Dunckel que, para no ser familia, tienen bastante paredecido. Arrancaron en 1998 con el LP "Moon Safari" y a raíz del éxito del tema "Sexy Boy", utilizado en varios spots, cortinillas y reportajes televisivos, consiguieron que Sofía Coppola les encargara la BSO de su ópera prima: "Las vírgenes suicidas" (1999).
¿Safari?. Seguro que el Rey se apunta
"Kelly Watch the Stars!" fue un single de Moon Safari y su vídeo fue realizado por Mike Mills, responsable de "Begginers" (2011), la peli por la que Christopher Plummer ganó el Oscar hace un par de meses. El vídeoclip es un partido de ping-pong entre nuestra "prota", Kelly, y una tal Smith.
Ante un público demasiado bien vestido para asistir a un torneo de este deporte, Kelly y Smith pelotean desaforadamente con sus melenas al aire, algo descaconsejado para la práctica de cualquier deporte. Mientras, los chicos de Air están jugando al clásico juego de tenis de Atari.
En el fragor de la batalla, Smith le pega un bolazo a Kelly en la sien y ésta cae más a plomo que el sentido de la vergüenza de un colaborador de "Sálvame", ante la preocupación del inquietante árbitro, que tiene pinta de ser ese vecino solitario y educado que siempre te da los buenos días mientras en el congelador tiene los restos descuartizados de cuatro adolescentes.
Kelly pierde la conciencia (el símil con "Sálvame" también vale para esta situación) y al cerrar los ojos, los Air se quedan sin juego. Éstos, vestidos de paramédicos, la intentan reanimar (metiéndole un poco de mano y morro, of course) y Kelly abandona su cuerpo para flotar por el espacio. Tras volver en sí, se enciende la pantalla del juego y se reanuda la partida.
Aquí llegamos al clímax del vídeo y al anticlímax del raccord, porque vemos como el marcador pasa de 20-19, a 19-18, a 18-17. Así, inidiscriminadamente.
"El día que explicaron el tema del raccord en la Escuela de Cine,
yo me fui de chuletada"
El partido acaba con victoria de Kelly, ante la alegría mal disimulada y antiprofesional de nuesto amigo el árbitro, "el pshyco-killer del ping-pong". Kelly suelta un "¡yesssssssssss!" con una carita que siempre me ha puesto burro, más de lo normal, se entiende. Y Kelly y los Air, miran al espacio en una especie de conexión mística.
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