miércoles, 30 de noviembre de 2011

Peter Gabriel - "Sledgehammer" (1986)

El disco "So" contiene algunas de las mejores canciones de Peter Gabriel, como "Big time", la preciosa "Don't give up" (con Kate Bush) y la que nos ocupa, "Sledgehammer", para cuyo videoclip Gabriel organizó una fiesta audiovisual a la que todo el mundo estaba invitado. La dirección corrió a cargo de Stephen R. Johnson, que ya era un experto en crear imágenes tirando a delirantes tras su trabajo en el popular (y a ratos espídico) programa infantil "Pee Wee's Playhouse".

La canción encadena referencias y metáforas sexuales con un ánimo muy dicharachero, de ahí que la primera imagen sean unos bailongos espermatozoides bajo el ojo de un microscopio. Para el bloque central del videoclip, se usaron diversas técnicas: claymation (animación con plastilina), pixilation (convierte al actor en una especie de marioneta, ya que graba por fotogramas y el actor debe ir cambiando muy ligeramente de pose) y stop motion (similar al anterior, pero con objetos), que no eran nuevas en el mundo del videoclip pero que alcanzaron un nivel de perfección y aprovechamiento en "Sledgehammer" que no se había visto antes. En el equipo artístico figuraban Aardman Animation (responsables de "Wallace y Gromit", los muñecos de plastilina) y Brothers Quay.

Para Peter Gabriel fue un ejercicio de paciencia, que le llevó hasta 16 horas posando detrás de un cristal para grabar el video casi fotograma a fotograma.


Ay, James Cameron, tanto Avatar y no inventaste nada

La libertad creativa y expresiva del video permite jugar con la letra y las imágenes, de forma que cuando Gabriel canta "you could have a bumper car, bumping", eso es justamente lo que vemos:


Poco más puedo añadir del video en sí, salvo destacar algunas de sus imágenes más cautivadoras:








Los pavos bailarines son mi parte favorita. Es increíble que con tanta manipulación genética aún no hayamos llegado a esto.

Hacia el final del video el plano se abre y Peter Gabriel aparece animado con las mismas técnicas pero de cuerpo entero y con un coro de gospel bailando (en torno al 3:47 tenemos los pocos segundos en los que el único efecto es la cámara lenta). La imagen final camufla al cantante con un fondo negro lleno de puntos de luz.

25 años después, igual que "Money for nothing" de Dire Straits, el video de "Sledgehammer" sigue siendo un espectáculo digno de ver y un acompañamiento perfecto para una gran canción.




viernes, 25 de noviembre de 2011

Cameo - "Word up!" (1986)

Los años 80 fueron muy dado a la espantajería y la mamarrachez como diría el celebrities de John Galliano, una buena prueba de ello es Cameo.

Comenzaron su andadura a mediados de los 70 como una macrobanda de funk afromericano, al estilo de "Funkadelic" o "Earth, Wind & Fire". Tenían catorce componentes pero la figura central siempre fue Larry Blackmon.

Tras varios cambios en la formación (reduciéndose a un trío) y once discos editados, en 1986 publicaron "Word Up!" (foto); fue su álbum de más éxito y gran parte de culpa la tuvo la canción que le daba título.

¡Atiende, atiende qué disfraz!

"Word Up!" fue el tema de la banda que más alto llegó en las listas de EEUU, concretamente al 6 y su vídeo es hoy por hoy un clásico de la VH1.

Vemos a un arquetípico detective de la policía, con su gabardina beige a lo "Colombo" y sombrero de ala ancha, dirigiéndose a la banda con un megáfono mientras el populacho le increpa. El policía pone cara de tener una verdadera inquina hacia estos tres muchachos, que deciden pasar a la acción.

El detective está interpretado por LeVar Burton, famoso por interpretar al joven Kunta Kinte en "Raíces" y al teniente Geordi La Forge en "Star Trek: la nueva generación".

Los "polis" se dirigen a detener a Cameo con un movimiento de piernas como si tuvieran calambre y andando con unos pasos rídículos. Cameo pasan de ellos y empieza el show de Larry Blackmon con su peinado ochentero, su mostachón, su chupa de cuero y su ropa apretada. Pero todo esto desaparece ante ¡esa magnífica cojonera roja chillón! que va a protagonizar el vídeo a partir de ese momento.

Blackmon (o más bien su cojonera) sigue chupando cámara hasta el 2:40, cuando nos situamos en un club iluminado y ambientado muy a la época. Hay chicas bailando detrás de un rejas, un melenudo toca el teclado-guitarra dándolo todo y... no mucha gente, la verdad (tal vez los extras eran caros). De repente irrumpe Burton acompañados por los dos agentes del principio y otra vez con cara de "Cameo es el culpable de todo esto vicio y voy a acabar con ellos".

El momento más absurdo del vídeo es cuando el trío de policías llegan a la pista de baile y uno de los agentes, que ya iba sospechosamente desabrochado, se quita la camisa y empieza a bailar. Y mientras la coquilla de Blackmon sigue para un lado y para el otro, ajena a todo.

Burton aprovecha esto para detener a Blackmon, pero al pasar por la multitud (que no sé de dónde ha aparecido), éste hace un ejercicio de escapismo (no descarto que la coquilla tenga poderes mágicos) y desaparece. Cuando Burton se da cuenta del cambiazo pone cara de "me la ha vuelto a jugar, nunca podré atraparle". Mientras, el trío se va andando chulescamente por la calle.

"Word Up¡" es una canción guay, a mí me gusta. Pero cada vez que la oigo, tanto la original como las versiones, no puedo evitar pensar en un coquilla roja. Algun día voy a soñar con este vídeo y me va pasar como en el mini-cuento de Monterroso: "despertaré, y la cojonera roja todavía estará allí".



Bonus track: He comentado antes que "Word Up! tiene varias versiones. Está la de Korn (2004) bastante cañera como era de esperar; la de Mel B (1999), era más discotequera, producida por Tiimbaland y fracasó (porque Timbaland también ha fracasado alguna vez); y por último la que voy a poner, la de los escoceses Gun (1994), más rockerilla estándar pero para mí la mejor de las tres.

jueves, 17 de noviembre de 2011

Gerardo - "Rico suave" (1991)

Este video de Gerardo es el epítome de todo cuanto hubo de hortera en la transición de los 80 a los 90. Terminaba una década con una estética muy bien definida, y se iniciaba otra plagada de incertidumbres, con un mundo que había cambiado mucho en muy poco tiempo, y en el que los guionistas de Hollywood fueron de los primeros damnificados, ya que se quedaron sin malos soviéticos o alemanes del este con los que animar las tramas de las pelis de espionaje.

En medio de esta confusión, Gerardo quiso poner un toque a la vez bullanguero y sensual. Nacido en Ecuador, pero residente en Estados Unidos desde los doce años, se introdujo en la industria del entretenimiento sin que se sepa que se lo pidiera nadie, e incluso tuvo un papel en la película "Colors" de 1988. Tres años más tarde editaba "Mo Ritmo", su debut musical, del que se extrae esta delicia kitsch que es "Rico suave", y que tuvo su cierta fortuna porque el bueno de Gerardo repitió esa coletilla con fruición en otros temas de su carrera. Hay que destacar que, tras editar varios discos más, Gerardo se convirtió al protestantismo evangélico y siguió dándole a la música, pero en su vertiente más piadosa y cristiana. Pero ése es otro Gerardo, y el que nos interesa es el de 1991.

 Se le ve que es muchacho de provecho

Lo primero que resulta llamativo de su estética es la indefinición indumentaria del propio Gerardo. Tiene pinta de que hace calor allá en la California donde Gerardo vive y canta, pero él lleva una chaqueta de cuero. ¿Tiene frío? Podría pensarse que sí, pero entonces te das cuenta de que Gerardo no lleva camiseta, ¿significa eso que tiene calor? Esa chaqueta, sin camisa, con ese solazo, tiene que transpirar como cosa mala, y más bailando. Quizás ese sí-pero-no es la primera señal con la que Gerardo nos dice que comprende la confusión del tránsito entre décadas y que se solidariza con nuestra desorientación. Hacia el 3:54 se rinde y se quita la chaqueta, pero a esas alturas ya nadie le quita el olor a chotuno.

Hagamos la mención que merece al espectacular cuerpo de baile que acompaña a Gerardo, y que ejecuta una y otra vez casi un único movimiento con toda la gracia y donosura que es posible dentro de una chaqueta que está dos tallas por encima de la que llevan. El baile termina por convertirse en un homenaje a las clases de aerobic que tan en boga estuvieron en los años 80.


Antes de llegar al minuto de videoclip ya nos hemos dado cuenta de que a Gerardo lo que le gusta en la vida es ir sin camisa, apretarse bien los pantalones, lucir pañuelos ridículos con melenas postizas (fíjense y verán que cuando no lleva pañuelo, Gerardo no tiene el pelo tan largo) y restregarse con mujeres blancas que se quedan picuetas ante el rollo latino.

Cuenta la leyenda que tras la difusión del videoclip, las ventas de flotadores con forma de cocodrilo y bañadores rosa subieron un 2'5%

Hacia el 1:06 hace su primera aparición el tópico más querido de todo lo que tenga que ver con el tema latino: los mariachis. Pero con la innovación de los mariachis bailarines; el de la trompeta esconde el rostro debajo del sombrero gigante y se marca unos pasos. No se lo reprocho.

Los garbanzos hay que llevarlos a casa, aunque sea con un bigotón falso

El video prosigue con sus escenas de fiestucas en la playa, mujeres en bikini, Gerardo sobándolas a la que puede, mariachis asfixiados de calor, y frivolidades varias. Pero el cantante ecuatoriano no es sólo un picaflor con la chorra desbocada. También puede ser un novio serio y formal que va a casa de su novia a conocer a sus padres, donde, con spanglish de garrafón, elogia la figura de su futura suegra, pero luego la llama "vieja chola". Gerardo, un hombre pleno de contradicciones, muy de su época.

El resto del video es una reiteración de lo que ya hemos tenido el infortunio de ver, cerrando con un plano de prieto trasero de Gerardo, mientras ese "rico suave" se va deslizando en nuestros oídos hasta incrustarse en el subconsciente, de donde ya no saldrá.



El humorista Weird Al Yankovic también versionó este tema, titulándolo "Taco Grande". A falta de videoclip, les remitimos a este enlace donde pueden escuchar la canción y leer la letra. Y luego levantarse a hacerse una fajita o algo mexicano, porque abre el apetito.

viernes, 11 de noviembre de 2011

Oasis - "The Masterplan" (2006)

Si hace poco hablábamos de Blur, ahora toca hablar de los otros reyes del "Britpop", Oasis. "The Masterplan" fue compuesta por Noel Gallagher y la publicaron por primera vez en 1995 como cara B del single "Wonderwall". Decisión de la que se arrepintió Noel porque hizo que la canción pasara desapercibida y él la considera una de sus mejores composiciones.

En 1998 la lanzaron dentro de un recopilatorio de caras B llamado precisamente de "The Masterplan" y en 2006 la volvieron a incluir en el recopilatorio "Stop the Clocks". Para lanzar este disco decidieron por fin darle a esta canción el rango que merecía haciendo un videoclip.

Los encargados de realizar el vídeo fueron la productora Partizan con un equipo liderado por Ben Jones. El principal problema fue que no podían contar con la banda para filmar ya que estaban inmersos en la grabación de un disco.

Por ello, decidieron realizar un vídeo animado colocando a la banda en un mundo centrado en la obra del pintor L.S. Lowry (1887-1976) (foto). La obra de Lowry era bastante monotemática y consistía en retratar la aburrida y gris vida en el noroeste de Inglaterra, una zona fuertemente industrializada a la que pertenece Manchester, la ciudad de los Oasis. Lowry tenía una curiosa forma de pintar el cuerpo humano conocida como "Matchstick Men" (hombres-cerilla).


El universo Lowry queda reflejado en el vídeo sobre todo a partir del 3:40 recreando cuadros famosos de éste como "Good Friday, Daisy Nook" (Buen viernes, Daisy Nook"), "Going to the Match" (Yendo al partido) y "Man Lying on a Wall" (Hombre acostado en un muro).






A lo largo del vídeo también vemos referencias en la vida de los Gallagher como la casa donde nacieron en Sandicroft Street (0:55), el Manchester City vs. Newcastle que se anuncia en un cartel fue el primer partido que Noel vio en Maine Road (4:18) y del (4:50 al 4:55) pasan por delante de tiendas que han marcado sus vidas como Sifters, donde compraban discos; o Johnny Roadhouse, donde Noel compró su primera guitarra.

Los Gallagher quedaron encantados con el resultado del vídeo porque Jones y su equipo lograron reflejar lo que ellos sienten por Manchester, su infancia, su amor por el Manchester City (que también era el equipo de Lowry), etc. Es como si dijeran: "Esto es Manchester, no es alegre, es fría y gris, pero es nuestra ciudad". Y Liam quedó contento con su forma de andar en el vídeo.