viernes, 29 de junio de 2012

Fiona Apple - "Criminal" (1997)

En "1001 vídeos" nos gusta, de vez en cuando, hablar de grupos o solistas peculiares. Esta vez toca hablar de una mujercilla curiosa (lo de "mujercilla" es sin ánimo de ofender): Fiona Apple.


Siempre me ha fascinado la singular belleza de esta cantante, tan clásica como inquietante, con esos penetrantes ojos azules y una mirada que deja entrever que no ha tenido una vida muy alegre.


"Nótese la metáfora en su mano"

Y efectivamente es así. De niña sufrió un trastorno obsesivo-compulsivo con tendencias fraticidas y suicidas, por lo que pasó su infancia entre terapias psicológicas. Con 12 años fue violada cuando regresaba del colegio, sumando un nuevo trauma a su ya complicada psique.

Apple irrumpió con fuerza en la escena musical en 1996, con su disco "Tidal" y "Criminal" fue su segundo single. El vídeo fue dirigido por Mark Romanek, afamado realizador de sports publicitarios y que, entre sus muchos videoclips, tiene el honor de haber dirigido el más caro hasta la fecha, "Scream" de Janet y Michael Jackson.

"En el cine sólo he hecho bodrios"

El vídeo está centrado en una especie de post-orgía donde vemos a Fiona Apple en distintas actitudes: sacando fotos, metida en un armario peinada con unas trenzas que le dan un turbador aspecto infantil, metida en la bañera con un tipo que le pasa los pies por el cuello, la vemos desnudándose y desnuda (de espaldas, eso sí), sentada en bragas dentro de un coche, etc.


"Fiona no perdió el viaje...y su compañero de baño, tampoco"

Apple ganó por "Criminal" el Grammy a la "Mejor interpretación vocal femenina de rock" (¡vaya categoría!, y después se preguntarán por qué las galas de los Grammy son un coñazo). El vídeo se llevó el premio MTV a la mejor fotografía a cargo de Harris Savides, habitual colaborador de David Fincher y Gus Van Sant y responsable también de la fotografía de "American Gangster" de Ridley Scott.

En seguida la industria vio en Fiona Apple a otra posible Britney Spears o Christina Aguilera en potencia. Pero ella se encargó de dinamitar esa posibilidad con un discurso incendiario tras recoger un premio MTV en el que venía a decir que la industria musical era una mierda y que la gente no debía dejarse influenciar por ella.

Le dieron palos por todos lados y eso, unido a su carácter difícil, a su tensa relación con las discográficas y a su lento ritmo de producción (acaba de publicar su cuarto disco, cuatro discos en 16 años), la han convertido en una paria de la música. Pero que cuenta con un grupo de admiradores fieles como pocos.

El vídeo de "Criminal" queda como una rareza en su carrera. Algo que ella quiso rodar así porque le apetecía, no para dar morbo o para venderse como una especie de "Lolita" insustancial. Ese era el plan que la industria tenía para ella, pero escapó a tiempo y prefirió ser libre y dueña de su carrera.





La prueba de que "Criminal" ha transcendido la tiene Joe Swanson de "Padre de familia".


miércoles, 20 de junio de 2012

The Bangles - "Walk like an Egyptian" (1986)

Traemos hoy a Mil y un videos una de las piezas audiovisuales más icónicas de la década de 1980. Y que levante la mano el que no hizo un poco el payaso al ritmo de esta canción, siguiendo la singular coreografía de su videoclip. Ajá, tal y como sospechaba, ni una mano al aire.

The Bangles fue una de las bandas femeninas de más éxito que vimos en los 80. Formada en el año 1981 por Susanna Hoffs, Vicki y Debbie Peterson y Annette Zilinskas, tuvieron varios éxitos durante la década antes de su disolución como banda en 1990 (diferencias creativas, y que además Hoffs se estaba llevando todos los focos), fecha tras la cual ha habido varios amagos de reunión poco exitosos.


"Walk like an Egyptian" fue un single que se lanzó con escasa fe tanto de los productores como de la banda, dentro del album "Different light", en el que había sido incluida como relleno. Su éxito fue desde luego inversamente proporcional a las expectativas depositadas en la canción. La parte principal del video se centra en una actuación con público, en la que se van intercalando imágenes diferentes, todas relacionadas con las poses que habitualmente se asocian al arte del Antiguo Egipto, que no dominaba ni de lejos técnicas como la perspectiva.

El video, dirigido por el televisivo Gary Weis, empieza fuertecito, con esa malla apretada que luce Debbie Peterson, pura esencia de los 80 más inconformistas:

Esto va a volver, os pongáis como os pongáis

Las chicas tocan y cantan, y resultan supersexys al hacer las dos cosas a la vez (sobre todo Susanna Hoffs con ese 'little black dress' y esa gracia en los movimientos), demostrando que no eran cantantes de pop-chicle limitadas a poner su belleza. Atiéndase cómo el público también se entrega a los gestos egipcios que definen la canción.

Al llegar al 0:48, nos hacen una pequeña coreografía ataviadas con unos ropajes de reminiscencias egipcias y orientales (tan monos como históricamente discutibles), de ésos que son tan bonitos que uno maldice que los Carnavales sean en febrero, cuando hace demasiado frío para lucirlos:


A partir del minuto 1:00, el video recoge a diferentes personas por las calles de Nueva York prestándose a hacer los pasos egipcios de la canción, desde ejecutivos de Wall Street hasta paseantes sin mayor trascendencia, inmortalizados para siempre en este videoclip con su sentido del humor a tope y el del ridículo a cero.

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"Quemamos todas las fotos de la Yaya pero guardamos el DVD de las Bangles como oro en paño"

En el minuto 1:08 vemos a unos repartidores dándolo todo; siento debilidad por el de las gafas de moldura roja, que disfrutó con desenfreno de su segundo de gloria.

No sólo los anónimos salían en el videoclip, también lo hacían famosos, gracias a unos efectos especiales tan modestos que parecían ignorar por completo la existencia de un señor llamado George Lucas y el impacto de su trabajo en la industria audiovisual. Así, vemos a Lady Diana de Gales (que en paz descanse) hacerle el bailecito de marras con los brazos al Príncipe Carlos en el 1:10, por ejemplo, y posteriormente a Muammar el Gadaffi (que en paz descanse, también), en el 2:01.


Sigue la sucesión de personas anónimas que se sintieron con el cuerpo jotero para participar en el videoclip: camareras, un señor superfeliz, supervisoras de parquímetros, limpiaventanas, patinadores, bomberos, brokers, pescaderas... Todo el mundo se apuntaba a hacer el machango, ¡eran los 80!

El señor superfeliz

Tras el silbido a cargo de Debbie Peterson, Susanna Hoffs canta la última estrofa. A Hoffs le tengo cierto cariño, porque me enseñó, siendo yo muy pequeña (y perdonen que hable de mí) que una mujer con el pelo fosco podía ser muy atractiva, como era el caso. A partir del 2:55 llega uno de los momentos más recordados de este videoclip: la forma sensual y gatuna con que Hoffs mira de izquierda a derecha (y viceversa), atrayendo toda la atención sobre sus grandes ojos. Parece ser que la cantante no estaba al tanto de que se le estaba tomando un plano tan corto, y miró hacia los lados como tenía por costumbre, en busca de varios miembros del equipo, un gesto que le daba seguridad y le ayudaba a mitigar el miedo escénico que aún padecía.

Mirada felina

El video se cierra con varios planos de la banda, y muchos más de gente que se prestó a hacer el ganso a lo egipcio. Mención de honor para la entrañable señora del 3:13, que intenta 'caminar como una egipcia', pero le queda más bien un gesto de 'nadar como Moussambani'.

"Walk like an Egyptian", la canción en la que no se nombra a Cleopatra pero sí al Kremlin, nos legó un videoclip divertido y una coreografía pegadiza, que hacen que abramos un paréntesis de afecto cuando miramos hacia una década que, a grandes rasgos, dio cosica.




martes, 5 de junio de 2012

The Replacements - "Bastards of Young" (1985)

Confieso que le he dado muchas vueltas sobre la conveniencia de publicar este post porque "Bastards of Young" no es un vídeoclip, es un anti-vídeoclip. Al menos, fue hecho con esa intención.

Pero al final me he decidido a hacerlo poque así puedo hablar de unos de mis losers favoritos de la historia del rock, The Replacements.

Esta banda de Minnesota fue popular en los EEUU de los 80 debido a su actitud contestataria y porque su directo era más imprevisible que una temporada del Atlético de Madrid. Eran capaces de, una noche a otra, de sonar como la mejor banda del planeta a acabar un concierto al cuarto de hora con bronca contra el público y promotores incluídos. Y es que, aparte de su actitud, algo que lastró la carrera de estos chicos es que eran unos borrachos nivel "Barney Gamble".

El momento álgido de su carrera fue a mitad de los 80. En 1984 publicaron su tercer disco en el que destacó un tema (temazo para un servidor) sobre la inseguridad del amor adolescente (como si el amor dejara de generar inseguridad alguna vez) llamado "I Will Dare".

Pero lo que dio que hablar fue el título de ese disco. ¿Por qué?, porque no se les ocurrió otra cosa mejor que llamarlo "Let It Be".


Ahí, con dos cojones como sandías

El asunto generó bastante polémica. Y Paul Westerberg, irreductible líder de la banda, se limitó a pronunciarse al respecto dejando dos perlas:

1.- La cachonda: "Pensamos que si nadie lo pillaba, estaría bien".
2.- La sacrílega (y cachonda también): "Es nuestro modo de decir que nada es sagrado, que The Beatles sólo fueron una buena banda de Rock and Roll. Estamos pensando en llamar a nuestro próximo disco "Let it Bleed". (Disco de The Rolling Stones).

El éxito (más crítico que de ventas) de "Let It Be" les permitió fichar por Sire, una filial de Warner. En 1985 publicaron el disco "Tim" (la amenaza de sacrilegio Stoniana, se quedó sólo en amenaza) y The Replacements se toparon con las exigencias de la industria.

Debían grabar un vídeo del single "Bastards of Young" (una feroz crítica a la juventud apalancada y alienada de la era Reagan) y ellos no estaban por la labor. Al final optaron por un vídeoclip que no moló nada a la MTV. Un plano fijo en blanco y negro de un altavoz, la cámara poco a poco se aleja de él. El palpitar de la música hace que caigan monedas y un cenicero del altavoz, luego aparece en escena un tipo y recoge lo que se ha caído que, curiosamente, cayó sobre la funda del disco "Tim".


El marketing según The Replacements

El tipo se acuesta en el sillón mientras se fuma un cígar, pone el pie sobre el espaldal (gesto muy mío, por cierto) y ahí se queda. De repente, la canción se raya (esto no pasa sólo en el vídeo, es que la canción es así) y el tipo la emprende a patadas contra el altavoz y se va de la habitación.

The Replacements siempre fueron sus peores enemigos. Es verdad que siempre conectaron más con la crítica que con el público, pero su fobia a los vídeoclips convencionales, actuaciones incendiarias como la que hicieron en el Saturday Night Live en enero de 1986 y que les valió un veto vitalicio por parte de la NBC y sus ya mencionados caóticos directos fueron clavos en el ataúd de la banda. Éste se terminó de cerrar en 1991.

Está claro que fueron unos losers por méritos (más bien démeritos) propios pero su legado está ahí ya que The Replacements, a día de hoy, están considerados como los padres de la música indie y del rock alternativo de EEUU. Algo es algo.