sábado, 19 de enero de 2013

Eiffel 65 - "Blue (Da Ba Dee)" (1999)

Después de hacer un post largo con Daft Punk me apetecía volver a hacer un post estándar, pero me resisto a dejar de lado a las criaturas azules.

Los 90 fueron la década del grunge y el britpop, al menos en la primera mitad de la misma. Pero había un problema, el britpop era poco bailable y el "grunge bailable" era un concepto tan contradictorio como el binomio "Punto Pelota-debate moderado".

Y ese hueco en las discotecas y terrazas de verano (y en nuestros corazones) lo cubrió el Dance o Eurodance. El dance provenía principalmente de Alemania, Holanda y Escandinavia, pero esos reyes del "explotation" que son los italianos decidieron hacer su aportación a la causa. De un país que nos ha dado a Pino D'Angio, Ryan Paris, Sabrina y sus tetas y Angela Cavagna e ídem, no se podía esperar nada bueno.

Y así aparecieron los Eiffel 65, tres zagales de Turín (espero que sean del Torino) llamados Jeffrey Jey (o como le puso su madre, Gianfranco Randone), Maurizio Lobina y Gabry Ponte con un denominador común, la falta de vergüenza.

Su falta de rigor se demuestra en el hecho de que, para bautizarse, eligieron "Eiffel" aleatoriamente en un programa de ordenador y el "65" se añadió por un error de la discográfica.

En 1999 publicaron el single "Blue (Da Ba Dee)" y fue un exitazo siendo nº1 en más de 10 países, curiosamente no lo fue en España, y sonó bastante en el ambiente festivo veraniego de ese año. ¿Era una señal más del inminente nuevo "fin del mundo"?, ¿era un anticipo del "efecto 2000"?. Evidentemente no lo fue, pero a mí me encajaba.

El vídeo comienza con nuestro trío turinés cantando en un concierto (donde nunca vemos al público) cuando unos extraterrestres azules abducen a Jeffrey Jey mediante una bola de energía.


Luigi Cozzi no tuvo tanto 
presupuesto para hacer "Star Crash"


Ante el secuestro, Maurizio y Gabry deciden perseguirlos en otra nave en un despliegue de medios superior al "Terminator II" de Bruno Mattei (el listón no estaba muy alto, la verdad). Una vez llegan al planeta en cuestión se inicia una pelea entre los Eiffel 65 y los seres azules. Esta confrontación se produce, como no, en una fábrica. Porque toda película o videoclip mejora si hay una pelea en una fábrica. ¡Y qué pelea!, con rayos, bolas de energía a lo "Street Fighter" y un poco de kung-fu de garrafón al nivel de "El Ninja Mexicano".

Mientras, Jeffrey se ve obligado a actuar ante el público azul, pero extrañamente cuando lleva un rato cantando, se da cuenta de lo peculiar que es su nuevo público. Las caras que pone entre el 2:10 y 2:20 elevan a Jeffrey a la altura de los grandes del cine italiano como Alvaro Vitali o Romano Puppo.

El rescate se hace efectivo y mientras huyen reciben un mensaje de los aliens azules para que vuelvan por favor. Y como las cosas son mejores cuando se piden educadamente, los Eiffel 65 dan la vuelta y siguen tocando. Es un decir porque Gabry sólo se dedica a mover los brazos cual cuñada borracha en una boda o verbena. Lo importante es que los bichitos azules son felices y se mueven como los Na'vi alrededor del Árbol Madre.


Y James Cameron sacando pecho,
'asqueroso plagiador'

Eiffel 65 tuvo otro éxito menor llamado "Move Your Body" y poco a poco se fueron diluyendo hasta desparecer en 2004. De todos modos, les dio tiempo para seguir esparciendo el Mal por el mundo colaborando con los "sin carisma" de "S Club 7".

En 2005 Gabry Ponte se cansó de agitar los brazos y se pasó a DJ, y Jeffrey Jey y Maurizio Lobina decidieron seguir perpetrando maldades bajo el nombre de Bloom 06, colaboraron con otra leyenda del "italodance", Alexia. Y en 2010, hartos de fracasar por separado, decidieron fracasar juntos resucitando "Eiffel 65" con un nuevo álbum que está por ver la luz si Satán lo permite.

Aquí tienen el vídeo de "Blue (DA Ba Dee)", con subtítulos en inglés para que aprecien su letra en toda su unidimensión.

lunes, 7 de enero de 2013

Was (Not Was) - "Walk the dinosaur" (1987)

Cada equis tiempo, la mente desquiciada de un productor puesto hasta las cejas de drogaína decide que hay que lanzar un tema con una coreografía a juego. La Historia está plagada de ejemplos de los que triunfaron: Los del Río y "La Macarena", Whigfield y "Saturday Night" o Melody y "El baile del gorila", sólo por nombrar tres casos que están a la par en nivel de vergüenza ajena y que todos, o casi todos, hemos bailado en algún momento de nuestra vida que quisiéramos borrar. Lo que hoy traemos a Mil y un videos es un ejemplo del fracaso de esta estrategia de marketing rastrero.

Was (Not Was) es el dúo que formaron, en 1979, dos amigos de toda la vida de Detroit, llamados David Weiss y Don Fangenson, pero dejaron que del tema vocal se encargaran Harry Bowens y "Sweet Pea" Atkinson. Weiss y Fangenson estaban más a la música y las letras, que al cantar propiamente dicho.

Helos aquí a los cuatro en ochentera comandita

Y aquí Harry Bowens y Sweet Pea Atkinson, quien, por razones que se desconocen, no se quitaba el sombrerico bajo ninguna circunstancia

Tras varios discos de discreto pero sólido éxito, agrupados bajo la etiqueta de "música ecléctica" (lo mismo le daban al funk, que al jazz, que a la electrónica, en un mismo disco), en 1988 sacaron "What Up, Dog", del que "Walk the dinosaur" fue un adelanto. Randy Jacobs, el guitarrista, explicaba que la letra de la canción versaba sobre un posible Armaggedon nuclear, un asunto que en los años 80, pese a la proximidad del fin de la Guerra Fría, aun daba material para inspirar a artistas de todas las ramas. Cómo un canto a los horrores de una guerra nuclear dio paso a un tema tontorrón sobre caminar igual que los dinosaurios es uno de esos misterios de la historia de la música en los que el videoclip es la pista clave.

Sobre un fondo que recuerda a Los Picapiedra, cuatro muchachas, vestidas como sexys mujeres de las cavernas, nos enseñarán cómo hacer el paso del dinosaurio. Lo primero es el inevitable "boom boom acka-lacka lacka boom", que ya nos va avisando de que la canción es pegadiza y sandunguera (por muy profunda que la letra quisiera ponerse después).

Jamelgas prehistóricas

Me encanta que Harry Bowens lleve una pajarita; su exceso de elegancia, en comparación con el resto, me sugiere que nadie le asesoró en materia de vestimenta para videoclips. A partir del 0:43 Bowens justifica con esos movimientos de cuñado medio achispado en una boda por qué es mejor que de instruirnos sobre el baile se encarguen las chicas, mientras señala a una pantalla que va pasando imágenes de unos dibujos animados de 1939, "Duffy Duck and the Dinosaur", de la factoría Warner Bros.

Y en el 0:59 se acaba la espera y ya sabemos cómo hacer el paso del dinosaurio: abrimos la puerta, salimos a la pista y todos hacemos el dinosaurio (el brontosaurio, quizás, porque un velocirraptor no parece, aunque no quiero yo saber más que un paleontólogo).


Si nos fijamos en los planos del 1:26 y el 2:05 comprobaremos cómo Harry Bowens no se cansa del papel de animador de la fiesta con sus excéntricos y simpáticos pasos de baile. Por si acaso nos perdemos en una coreografía que rivaliza en complejidad con "El Lago de los Cisnes", a partir del 2:18 nos lo hacen despacito y con subtítulos para que la entendamos bien. Más sencillo no podían ponerlo, y sin embargo, no se convirtió en un clásico, pese a que llegó al número 7 en las listas de éxitos y fue emitido en la MTV en multitud de ocasiones.

De aquí al final del videoclip hay pocas cosas destacables, salvo la inopinada aparición de gentes que no eran prehistóricas, sino de los '80 (mi favorito es el señor del sombrero tejano), y que también se apuntaban a bailar el dinosaurio. No quisiera cerrar este comentario sin hacer mención a las gloriosas pintas de los músicos:

Qué cuadro, a cual mejor

Algunas personas desearían que el Armaggedon nuclear del que se supone que habla la letra hubiera llegado antes de que saliera esta canción, pero yo la encuentro divertida y deliciosamente ochentera.



Probablemente muchos pensarían que no había necesidad de que esta canción fuese versionada (con modificaciones de la letra) en 1993 para la banda sonora de "Super Mario Bros", pero George Clinton & The Goombas no lo entendieron así, y encima sacaron su propio videoclip que no mejora el que aquí hemos reseñado, sobre todo porque no tiene coreografía. ¡Así no, George Clinton!