martes, 26 de julio de 2011

Aerosmith - "Crazy" (1994)

Muchos pensaron que la carrera de Aerosmith había llegado a su punto más alto el día en que tocaron en el bar de Moe, allá por 1991, pero aún les quedaba cuerda, como demostraron tres años más tarde con un señor disco llamado "Get a grip". El single final de esta fábrica de éxitos se llamó "Crazy", y se hizo acompañar con un video de corte cinematográfico, de impecable factura y entretenido visionado, que aún hoy hace las delicias de los videoclipófilos como una servidora.

El video, dirigido por Marty Callner, narra el largo y lleno de aventuras día de pellas de Alicia Silverstone y Liv Tyler, dos niñas pijas que no hacen mucho por aprovechar el colegio caro que les están pagando sus padres. Alicia Silverstone ya había trabajado para Aerosmith en dos videos anteriores del mismo disco: "Crying" y "Amazing", explotando el filón de esa carita de golfa picaruela que tenía a principios de los 90. Su carrera fue prometedora hasta que interpretó a Batgirl en "Batman & Robin" (1997), un filme en el que su desastrosa actuación (valedora de un Razzie) estuvo en consonancia con el tono general de la obra. Los fans de la saga no recuerdan este engendro con excesivo cariño.


Hasta aquí todo iba relativamente bien.

Su compañera de juerga es Liv Tyler, hija del vocalista de Aerosmith, Steven Tyler, de quien heredó unos morritos bien plantados en la cara. Liv, que había estado trabajando como modelo, suponía el contrapunto de Alicia en el sentido de que su rostro y su gestualidad sugerían una imagen de chica ingenua pero con un punto malote, que se junta con las malas compañías y la lía parda. Su carrera en el cine ha sido más firme y fructífera que la de Silverstone, sobre todo a raíz de su participación en la saga de "El Señor de los Anillos".

Ya desde el primer plano del video vemos cuál es la motivación de los personajes. Alicia no se quiere escapar del colegio porque no le importe el conocimiento, es que quiere librarse de esos zapatos horrorosos que le hacen ponerse con el uniforme, que por cierto, habrá de ser de verano porque se la ve que va bien fresquita. Se escapa por la ventana y aprovecha para enseñarnos su coquetuela ropa interior (0:19), y ya de ahí sale escopeteada con Liv en un descapotable en el que se van cambiando de ropa, porque deshacerse del uniforme es el primer paso en pos de la libertad.

El tema de la seguridad al volante lo llevan malamente, porque no se ponen ni el cinturón y Alicia suelta el volante un par de veces. Suerte que están en California y no en España, donde la Guardia Civil las crujiría vivas, y con merecimiento, por estas infracciones.

Como han estado todo el día de picos pardos al volante, paran en una cutrísima estación de servicio donde un señor mayor echa las horas leyendo el periódico con la esperanza de que dos pibones se bajen de un coche para alegrarle la vista. Y fíjate qué cosa, va y le pasa. Dentro de la tienda, mientras Liv reposta meneando el culete para darle un contento al abuelo, Alicia se dedica a sustraer diversos efectos de escaso valor, así como por el vicio de robar, cosa que al dependiente, poco implicado en lo profesional, parece chuparle un pie. Para no quedar como unas ingratas, las chicas se hacen unas fotos picantonas en el fotomatón, porque nada hace tan llevadera una jornada laboral aburrida como unas fotillos levemente (o muchamente) lésbicas. El dependiente lo flipa y las chicas se van de la estación de servicio con una bolsa repleta de quincalla que no vale para nada.

Se ve que por el camino van reflexionando que con las porquerías que se acaban de llevar de la tienda no les da ni para pipas, así que paran en un concurso de pole-dancing (eso de bailar agarrado a un barra) a ver si sacan unas perrillas. Liv se convence de sus posibilidades en un plis plas y se preparan las muchachas para el concurso. Alicia le echa una mirada a su amiga en el 3:07 en la que se lee claramente que entre ellas va a haber tema, aunque en el videoclip no lleguemos a verlo.

Para entrar en el club, Alicia se caracteriza de varón, con escasa destreza. Por suerte, la inteligencia del portero es aún menor que la destreza de Alicia y la deja pasar sin problemas, de lo que se deduce que en ese local se podría colar hasta un bebé. Liv borda su baile, mientras, por decirlo sin ser gratuitamente obscena, Alicia echa a perder otro juego de ropa interior, y se llevan el dinero del concurso. Entre el 3:45 y el 3:57 Liv va calcando los movimientos de su padre (imágenes de Aerosmith han ido trufando todo el video), en un tierno guiño paterno-filial, escupitajo incluido.

A la mañana siguientes estas dos loquinarias prosiguen su marcha sin rumbo y pasan al lado de un sembrado en el que un joven y atractivo agricultor (el modelo Dean Kelly, no piensen en que Estados Unidos los campos están rebosando chicos como éste) conduce su tractor sin meterse con nadie. Liv y Alicia, que son unas liantas, interrumpen su jornada laboral y se lo llevan a darse un chapuzón en pelotas en una charca; se conoce que al chico le apetecía mucho porque se va sin echarle el freno de mano al tractor ni nada.

Tras el baño, las chicas escapan con la ropa del joven y le vacilan un rato, pero él las alcanza con su cuerpazo atlético y se sube desnudo al coche. Hay un nanosegundo en el que se le ve un poco la pirindola. Si tuviéramos HD la veríamos mejor, pero si algo hay en Internet a cascoporro son pirindolas, así que perdónenme que no les ponga minuto exacto.

Total que las chicas, muy amablemente, lo devuelven al sembrado en el que el tractor, que no olvidemos que sigue en marcha, ha trazado la palabra "Crazy" con exquisita caligrafía y tipo gigante en la tierra. No sé qué utilidad tendrá para sembrar, pero resultón queda un rato largo.

El video se cierra con Alicia y Liv en busca de más aventuras que sólo podemos imaginar, pasando de largo ante un autoestopista que resulta conocer a Alicia de videoclips anteriores, como el de "Cryin'".

"Crazy" es una canción que ha envejecido bien, igual que su videoclip. No tanto como el cantante...

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