viernes, 31 de agosto de 2012

Stephanie de Monaco - "Winds of chance" (1987)

Los dos co-autores de este blog somos tinerfeños, y por ello nos ha causado hondo impacto redescubrir, en un caso, y descubrir en el otro (en concreto el mío), esta joya videográfica de muchos quilates y rancio abolengo, filmada en nuestra Isla y sus inconfundibles paisajes. Permítasenos, y perdónesenos, haber sucumbido al encanto del terruño.

La princesa Estefanía de Mónaco ha sido siempre la desmadrada de la familia Grimaldi. Nunca se sintió a la altura de lo que se exigía de ella, en un papel que, al fin y al cabo, no había elegido sino que le había tocado. Nunca fue tan guapa ni glamourosa como su hermana, ni mucho menos como su madre, y a esto se unía la influencia de un padre severo y la tensión de un hermano con sexualidad ambigua. Para rematar, era centro de atención permanente de la prensa rosa y el cotilleo. Y claro, a la niña se le fue la pinza por el camino rebelde, si bien hay que decir que con dinero y posición es más fácil hacer lo que a uno se le antoje.

A la madre no salió. Ni como actriz tampoco. Esto que ven aquí es su pico de intensidad emocional en 3:27 que dura la canción.

Y a Estefanía, como a tantos otros famosos desnortados, se le antojó cantar. Además, aprovechó que eran los años 80 y que en aquella época no se le exigía control de calidad a nada, y sacó un par de discos. De hecho, tuvieron una cierta repercusión a pesar de ser manifiestos productos del capricho de la princesa, con unas letras lamentables de puro facilonas y una música que no dejaba mal a las letras. El disco que contiene esta canción, "Stephanie", le llevó cinco años (¡y eran 10 canciones!), y eso que lo grabó en Estados Unidos, a donde se mudó para dedicarse por entero a la música. Pues menos mal. Tras sus malas cifras, la princesa vio por sí misma que el artisteo no era lo suyo, no al menos en esta rama.

Tampoco estaba Estefanía especialmente dotada para el directo, elevando a dogma de fe el llamado "baile de la baldosa" (es decir, bailar sin cambiar los pies de sitio), aunque no por ello se merecía lo que le hicieron en TVE de la mano del consumado torturador que es Pedro Ruiz.

El caso es que "Winds of chance" es una canción que nos habla del poder del amor y demás ñoñerías que habrían asqueado a la propia Hello Kitty. Su presencia en Tenerife fue la comidilla de aquel febrero de 1987. Los políticos asesinaban a sus madres por disfrutar de su presencia y los promotores inmobiliarios, en los albores de su edad de oro y desenfreno, le regalaban un chalet de lujo para que volviera a la Isla una vez al año. Si lo ha hecho, ya es casualidad, yo nunca me la he topado.

Según las crónicas, la actitud de Estefanía, a sus 22 añazos ya, estuvo cinco puntos por encima de insoportable y sólo uno por debajo de tentativa de magnicidio. Se cuenta que discutió con su coreógrafo, lo cual nos plantea la duda de para qué tenía un coreógrafo, si en el video apenas se mueve. Por lo visto, toda su atención estaba centrada en su novio del momento, un tal Mario Oliver Juttard, que le sacaba quince años y que seguro que no era del agrado de papá Rainiero.

El video está rodado en el Parque Nacional del Teide, el núcleo turístico de Las Américas, y un casco urbano de un pueblo indeterminado, pero que según parece es Guía de Isora.


Aquí está la princesa, toda ella muy pinturera, iniciando el videoclip en las faldas del Teide, ataviada como si viniera del casting de Terminator 2. No dejemos de admirar la naturalidad con la que, en los 80, las mujeres llevaban el pantalón a la cintura, a todo meter, casi sobaquero. Algo que felizmente hemos superado. Esa expresividad granítica de la Grimaldi, esto es, la misma capacidad de conmover que una piedra, será tónica general de toda la pieza.

El video básicamente es una sucesión de paisajes en los que Estefanía se va incrustando con su poca gracia para la música y el movimiento, planos anodinos sin el menor interés por narrar nada. Podemos destacar, eso sí, el uso sinsentido de los lugareños en dos momentos determinados, el 1:29 y el 1:42, como si hubiera sido más fácil dejarlos en el plano que pedirles que despejaran la zona.

 VideoClub "Los Ángeles", llevando el glamour hasta Mónaco.

"Esta niña no es del pueblo..."

El cantar sin moverse alcanza su cénit en el 1:54, cuando Estefanía adopta un pose terriblemente forzada y pretende hacernos creer que está de lo más natural:

"Qué brazacos gasto, y qué sencilla voy"

El último punto fuerte de la cancamusería que rodea este anuncio con música viene en el 2:18, cuando la portada del single queda sobreimpresionada en pantalla, tapando a la propia cantante, como diciendo "eh, que os lo podéis comprar para disfrutarlo todas las veces que queráis".

Esto es clase

Gracias a Dios, el video termina, entre planos que ya hemos visto mil veces en los dos primeros minutos.

Por fortuna para todos, Estefanía abandonó su carrera musical en 1991 (los 90 ya no eran los 80, y eso se notó en todo), y dedicó su tiempo a otras actividades igualmente productivas, como casarse con un guardaespaldas vividor, divorciarse, irse al circo... En fin, en el ¡Hola! viene todo profusamente documentado. A pesar de su escasa calidad, siempre le agradeceremos a Estefanía que viniera a darse un garbeo por la Isla, tanto como le agradeceremos que no venga más, por lo menos si es a perpetrar videoclips como éste.







5 comentarios:

Andrés Brito dijo...

¡Maravilloso! No me he partido más de la risa porque Dios es grande...

Ana dijo...

Muchas gracias, Andrés. No nos habíamos dado cuenta de que su comentario estaba ahí. Nos alegramos mucho de que le haya gustado el post, gracias por leernos y comentar. PD: no es plural mayestático, es que hablo por los dos autores del blog :-)

Unknown dijo...

He llegado a este post buscando este vídeo :) El pueblo del vídeo es Chio (mi pueblo), perteneciente al municipio de Guía de Isora. El día que Estefanía de Monaco estuvo en Chio fue todo un acontecimiento! En el 87 yo tenía 8 años y recuerdo perfectamente el revuelo que se formó. Yo ni siquiera sabía quien era ella en ese momento. El momento "Estefanía" está escrito en la memoria del pueblo, jejeje, y yo no había visto el vídeo hasta ahora. Ha sido muy gracioso ver a nuestros viejitos (que ya no están) en el vídeo ochentero de la de Mónaco.
Gracias por compartirlo :)

Ana dijo...

Estimada Nisamar, disculpa que hayamos tardado en contestarte. Muchas gracias por tu comentario, a nosotros también nos ha hecho ilusión encontrar un "testigo presencial" de los hechos, jejeje. Sin duda ese día tuvo que armarse un buen revuelo en Chío, con toda una princesa monegasca paseando por el pueblo, tan tranquilo habitualmente. Gracias por leernos y te mandamos un saludo afectuoso.

Jose dijo...

Siempre Recordaremos a Estephanie de Monaco a su paso por Chio. Gracias por elegir a este pueblo

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