lunes, 7 de enero de 2013

Was (Not Was) - "Walk the dinosaur" (1987)

Cada equis tiempo, la mente desquiciada de un productor puesto hasta las cejas de drogaína decide que hay que lanzar un tema con una coreografía a juego. La Historia está plagada de ejemplos de los que triunfaron: Los del Río y "La Macarena", Whigfield y "Saturday Night" o Melody y "El baile del gorila", sólo por nombrar tres casos que están a la par en nivel de vergüenza ajena y que todos, o casi todos, hemos bailado en algún momento de nuestra vida que quisiéramos borrar. Lo que hoy traemos a Mil y un videos es un ejemplo del fracaso de esta estrategia de marketing rastrero.

Was (Not Was) es el dúo que formaron, en 1979, dos amigos de toda la vida de Detroit, llamados David Weiss y Don Fangenson, pero dejaron que del tema vocal se encargaran Harry Bowens y "Sweet Pea" Atkinson. Weiss y Fangenson estaban más a la música y las letras, que al cantar propiamente dicho.

Helos aquí a los cuatro en ochentera comandita

Y aquí Harry Bowens y Sweet Pea Atkinson, quien, por razones que se desconocen, no se quitaba el sombrerico bajo ninguna circunstancia

Tras varios discos de discreto pero sólido éxito, agrupados bajo la etiqueta de "música ecléctica" (lo mismo le daban al funk, que al jazz, que a la electrónica, en un mismo disco), en 1988 sacaron "What Up, Dog", del que "Walk the dinosaur" fue un adelanto. Randy Jacobs, el guitarrista, explicaba que la letra de la canción versaba sobre un posible Armaggedon nuclear, un asunto que en los años 80, pese a la proximidad del fin de la Guerra Fría, aun daba material para inspirar a artistas de todas las ramas. Cómo un canto a los horrores de una guerra nuclear dio paso a un tema tontorrón sobre caminar igual que los dinosaurios es uno de esos misterios de la historia de la música en los que el videoclip es la pista clave.

Sobre un fondo que recuerda a Los Picapiedra, cuatro muchachas, vestidas como sexys mujeres de las cavernas, nos enseñarán cómo hacer el paso del dinosaurio. Lo primero es el inevitable "boom boom acka-lacka lacka boom", que ya nos va avisando de que la canción es pegadiza y sandunguera (por muy profunda que la letra quisiera ponerse después).

Jamelgas prehistóricas

Me encanta que Harry Bowens lleve una pajarita; su exceso de elegancia, en comparación con el resto, me sugiere que nadie le asesoró en materia de vestimenta para videoclips. A partir del 0:43 Bowens justifica con esos movimientos de cuñado medio achispado en una boda por qué es mejor que de instruirnos sobre el baile se encarguen las chicas, mientras señala a una pantalla que va pasando imágenes de unos dibujos animados de 1939, "Duffy Duck and the Dinosaur", de la factoría Warner Bros.

Y en el 0:59 se acaba la espera y ya sabemos cómo hacer el paso del dinosaurio: abrimos la puerta, salimos a la pista y todos hacemos el dinosaurio (el brontosaurio, quizás, porque un velocirraptor no parece, aunque no quiero yo saber más que un paleontólogo).


Si nos fijamos en los planos del 1:26 y el 2:05 comprobaremos cómo Harry Bowens no se cansa del papel de animador de la fiesta con sus excéntricos y simpáticos pasos de baile. Por si acaso nos perdemos en una coreografía que rivaliza en complejidad con "El Lago de los Cisnes", a partir del 2:18 nos lo hacen despacito y con subtítulos para que la entendamos bien. Más sencillo no podían ponerlo, y sin embargo, no se convirtió en un clásico, pese a que llegó al número 7 en las listas de éxitos y fue emitido en la MTV en multitud de ocasiones.

De aquí al final del videoclip hay pocas cosas destacables, salvo la inopinada aparición de gentes que no eran prehistóricas, sino de los '80 (mi favorito es el señor del sombrero tejano), y que también se apuntaban a bailar el dinosaurio. No quisiera cerrar este comentario sin hacer mención a las gloriosas pintas de los músicos:

Qué cuadro, a cual mejor

Algunas personas desearían que el Armaggedon nuclear del que se supone que habla la letra hubiera llegado antes de que saliera esta canción, pero yo la encuentro divertida y deliciosamente ochentera.



Probablemente muchos pensarían que no había necesidad de que esta canción fuese versionada (con modificaciones de la letra) en 1993 para la banda sonora de "Super Mario Bros", pero George Clinton & The Goombas no lo entendieron así, y encima sacaron su propio videoclip que no mejora el que aquí hemos reseñado, sobre todo porque no tiene coreografía. ¡Así no, George Clinton!


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