Pero no menos escalofriante e influyente en la cultura pop han sido las girl-bands, y la girl-band por excelencia nos vino de la pérfida Albión en mitad de los años 90. Se hicieron llamar Spice Girls y sembraron la semilla del mal por la Tierra, una semilla que dio como fruto la película "Spice World".
Pero como todo tiene un origen, y hasta el bebé de Rosemary fue concebido en un polvo, retrotraigámonos al año 1996 para recordar cómo empezó todo, como aquellas cinco pizpiretas que no se conocían de nada lo petaron con una canción sobre el valor de la amistad verdadera.
Seleccionadas en un casting tras responder al anuncio de una productora, Melanie Brown (la Spice que daba miedo), Melanie Chisolhm (la Spice deportista), Geri Halliwell (la Spice medio pendón), Victoria Adams (la Spice pija o la Spice "no me hagáis sudar) y Emma Bunton (la Spice dulce que entró de rebote porque la quinta componente inicial fue expulsada del grupo por su falta de feeling con las demás), las muchachas tardaron una hora en grabar esta canción, de la que también son co-autoras, aunque es difícil precisar a cuál de ellas corresponde cada "reallyreallywant".
El video fue dirigido por un primerizo llamado Jhoan Camitz, director de publicidad y videos sueco que moriría trágicamente en el año 2000, atropellado por un todoterreno en Nueva York. La idea era rodar en un edificio de Barcelona, pero no obtuvieron los permisos y al final se quedaron en el Midland Grand Hotel, en Londres. Básicamente, esto no alteró el concepto del video, que eran las Spice entrando en una suerte de decadente fiesta pija y armándola en algo parecido a un falso plano secuencia.
Antes de entrar, se encuentran a unas personas en la calle cobijadas por unas mantas. Da la impresión de que son unos indigentes que apenas tienen esos trozos de tela para pasar la noche a la intemperie, pero las Spice han venido a divertirse y no se van a dejar embajonar a las primeras de cambio.
A continuación aparece un coche de lujo del que se apean un hombre con banda, unos niños un poco repelente y un tupé adosado a una señora, a los que las chicas les cantan con buena intención pero nulo resultado.
Total, que las chicas se lanzan al interior del edificio y arrollan al portero, perseguidas, aparente y absurdamente, por uno de los miembros del equipo de rodaje (si no lo es, ¿qué es eso que lleva colgado al cinturón?).
Ya en el minuto 1:02 nos ha quedado clara una cosa: la noche que se rodó el video hacía frío en Londres (vaya, ¿y cuándo no?). Y las chicas van muy ligeritas para hacer frente al fresquito londinense. Eso tiene unos efectos muy evidentes en las dos Spice que, desatendiendo los consejos de cualquier madre, han salido a la calle sin sujetador, que son Mel B y Mel C. ¿Resultado? Los pezones como piedras.
Venga, dale a las luces largas
Básicamente el video no es más de lo que se nos muestra en este primer minuto y medio. Las Spice Girls cantan y se dedican al vandalismo soft, ante una galería de singulares personajes que parecen desubicados ante su presencia. En el 1:30 por primera vez se juntan a bailar las cinco; nótese como Geri Halliwell sube la escalera con retraso y se incorpora tarde a la sencilla coreografía.
A Virgin, la productora, no terminaron de hacerle gracia ni los tiesos pezones ni el vestido de Geri Halliwell (en fase delgada) ni la actitud 'desafiante' (ejem) ante personas mayores, pero las chicas se negaron a volver a grabar.
Victoria Adams (posteriormente señora de Beckham) no estuvo presente en la sesión de grabación del tema, aunque luego grabó estribillo y coros, y de ahí su escasa participación en el videoclip. Súmenle a eso que de talento va justita y que ya manifestaba claramente su preferencia por los complementos.
En el 2:42 la tenemos sentada en el regazo de un arzobispo; ella siempre fue de picar alto.
La parte final del video es la más loca, con un transexual, una señora con aspecto de Cruella de Vil pero ida de olla, un joven bebiendo a morro y muchas personas que tienen aspecto de no saber bien qué hacen ahí. Finalmente las chicas salen corriendo el edificio y se suben a una guagua o autobús, siendo ésta la única vez documentada en la que Victoria Adams ha puesto los pies en este medio de transporte.
El video de "Wannabe" no es gran cosa, pero fue la carta de presentación de cinco chicas que, nos guste más o menos, dominaron la segunda mitad de los 90 con su música ligera e intrascendente, y que acabaron medio a la greña, rematando con una buena dosis de dramatismo una clásica historia de éxito. Y quien más quien menos (yo me declaro nostálgica convencida de los 90) se sorprendió la primera vez que lo vio y se hizo la misma pregunta: "y éstas, ¿de dónde han salido?"
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