jueves, 19 de febrero de 2015

Paul Simon - "You can call me Al" (1986)

"You can call me Al" es un temazo mayúsculo, y para mí, uno de los videoclips icónicos de los años 80. Primer single de uno de esos discos que figuran en todas las antologías, "Graceland", una mirada a África y a la cultura africana insólita en el panorama musical de la década, devolvió el éxito a un Paul Simon que desde que dejó el duo Simon & Garfunkel había conocido la gloria de forma muy irregular.

Este video es una segunda versión. El original fue una actuación musical de Simon durante el monólogo inicial del episodio de Saturday Night Live del que fue anfitrión, visto a través de un monitor. A Simon no le gustó, y uno de los productores del programa, Lorne Michaels, ideó esta otra versión, mucho más comercial y divertida, que acabó dirigiendo Gary Weis, al que ya hemos glosado en esta casa como director de "Walk like an Egyptian" de The Bangles.

El concepto del video es sencillo a más no poder: una habitación desnuda de paredes rosas, algunos instrumentos, y dos sillas. Hacen su entrada Paul Simon y el actor de comedia Chevy Chase, dando la sensación de que ambos nos van a explicar de qué va la canción. Nótese cómo en los tres primeros segundos la cámara se tambalea un poco, como buscando estabilizarse.


Pacto entre caballeros

Y cuándo uno tiene la intriga de saber cuál será el papel de Chase en el videoclip, resulta que la pregunta es la contraria: dónde va a meterse Paul Simon, el cantante, cuando es Chevy Chase el que empieza a hacer playback, poniendo toda su gestualidad (cara, manos, cuerpo) al servicio de la interpretación de la letra. A Paul Simon solo le dejará hacer los coros en el estribillo. Lo mejor es que Chase no aparenta en ningún momento hacerlo por ansias de protagonismo, sino como si él mismo fuera el cantante, sin la menor malicia.

La cara, entre resignada y enfadada, de Simon es absolutamente épica (0:15-0:21). 

"Si lo sé, lo dejo en Graceland", piensa Paul Simon

Así que el cantante desplazado de su puesto se levanta y se va a buscar instrumentos, y el resto del videoclip es casi un one-man-show de Chevy Chase, que más parece hablar con el espectador que estar cantando. A Simon no le cambia la cara salvo cuando está tocando algún instrumento, momentos en los que claramente se viene arriba.

Me llama mucho la atención en el 1:58 la gracieta de Chevy Chase de dejar caer un vaso de agua a través del soporte de un bongo, como si fuera una mesa.


Al final ambos se animan con la música y los instrumentos, y es una de las claves de lo divertido que puede ser este videoclip, porque busca también ser una parodia de los videos en los que una banda fingía tocar los instrumentos.


Los protagonistas de la canción, Al y Betty, son el propio Simon y su esposa Peggy, a los que un compositor francés que conocieron en una fiesta se empeñó en llamar así porque no entendía bien la pronunciación americana.

Casi treinta años después de su estreno, "You can call me Al" sigue en esa lista de canciones que te insuflan de ritmo los pies y que te ponen de buen humor sin proponértelo.


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