viernes, 22 de febrero de 2013

Pet Shop Boys - "Heart" (1988)

Recordamos los años 80 como una época loca y ambigua en la que hasta George Michael podía fingir ser un heterosexual. Neil Tennant, el 50% de Pet Shop Boys, decidió seguir su ejemplo, pero sólo un ratito, y en medio de una ensoñación gótica pergeñó el videoclip que hoy les traemos, calentito como siempre.

Si bien Tennant no se declaró abiertamente homosexual hasta 1994, en los años ochenta su ambigüedad ya había dado pie a especulaciones, que incluso afectaron a la otra mitad del grupo, Chris Lowe. La canción "Heart", que estuvo a punto de escribirse para Madonna pero que Pet Shop Boys decidió quedarse después, se incluye en el album "Actually", y para el video se contó con la dirección de Jack Bond, realizador británico que ya había dirigido para la banda el musical "It couldn't happen here", basado en las canciones del grupo y que protagonizan los propios músicos, embarcados en una especie de viaje surrealista por Inglaterra.

"Heart" nos narra la historia de una pareja de recién casados con el peor olfato del mundo para elegir la agencia de viajes que les organice la luna de miel. Neil Tennant se ha casado con la modelo eslava (imposible precisar nacionalidad habida cuenta de la escasísima información disponible) Danijela Colic, y en un coche engalanado que conduce Chris Lowe se van hasta el castillo de Mokrice, en Eslovenia, actualmente un hotel.

Tennant mira con arrobo a su recién estrenada señora, ignorante de que una presencia maligna habita el castillo y lo sobrevuela en forma de sombra negra, como se nos indica en varias ocasiones a lo largo del video. Los campesinos y lugareños que se van cruzando en su camino se hacen cruces e intentan advertirles del peligro, pero dado que lo hacen como si estuvieran saludando (0:46), tienen poco éxito. Mientras tanto, en el castillo, un vampiro amanerado (un abuelo de los crepúsculos de hoy en día) intuye que se aproximan novedades y se despereza de la siesta poniendo carusa melancólica.Obsérvese qué manicura tan fina, no hay abrefácil que se resista a eso, y qué ortodoncia tan mal hecha.



El vampiro que reside en el castillo es un Nosferatu de los de toda la vida (pero con pelo), de los que Murnau ideó para poder rodar su versión de Drácula en 1922 sin pagar los derechos, con los que no había logrado hacerse, acto que le ha valido el calificativo cariñoso de "sinvergüenza" por parte de Rayco, co-autor de este blog. La familia de Bram Stoker compartía esa impresión, y en su momento demandó a Murnau y ganó (el tribunal ordenó la destrucción de todas las copias de la película pero como ya estaba distribuida muchos particulares escondieron su copia hasta el fallecimiento de la viuda de Stoker). A nuestro Nosferatu lo interpreta sir Ian McKellen, uno de los más brillantes actores británicos, que curiosamente había salido del armario ese mismo año.

El recibimiento de la pareja es bastante lucido, por esa parte no debería haber queja: el servicio, unos violinistas, cocinero, encargado de la cuadra... No obstante, el hecho de que un vampiro salido viva en el castillo ya descalifica a la agencia de viajes para los restos.

Era la ocasión ideal para lucir el sombrero de copa que le regaló su abuela

A partir del 2:15 tenemos un momento absurdo y desconcertante, puesto que Chris Lowe les sigue hasta el interior de la habitación, quizás esperando una propina, y se dedica a abrir la maleta, que ni siquiera ha cargado él, y desperdigar el contenido por el suelo, en un gesto que revela una pésima educación.

¿Por qué haces eso, Chris?

Se ve que a Ian Nosferatu McKellen le gusta esto de tener visita, o más concretamente de tener de visita a un pibón, que sube las escaleras dando saltitos con una agilidad impropia de alguien que debe tener cientos de años (2:23). Luego se dedica a espiar a la pareja cuando están a punto de empezar la noche de bodas; Tennant le desabrocha delicadamente el vestido a Colic, y Nosferatu lo contempla todo desde la puerta con un ramo de flores que da bastante pena. Una corriente de aire súbita avisa a los amantes de la presencia del vampiro, y salta la chispa del amor entre el chupasangre y la hermosa dama.

Claro, te pone esa carita, y tú, ¿qué haces? Pues caer rendida.

A ella se le olvida pronto que se había casado con otro por la mañana y se pasea por los aposentos de Nosferatu en camisón, mientras él la observa seguramente pensando que dónde se lo habrá comprado, porque es divino. A partir del 3:31, ambos comienzan un delicado baile, en el que Ian McKellen se mueve como un Chiquito de la Calzada a cámara lenta. Da la impresión de que el actor se lo pasó en grande recreando a este vampiro ambiguo y tan fuera del estereotipo. El baile culmina, cómo no, con el bocado en el cuello, mientras Neil Tennant se queda apoyado en el quicio de una ventana, triste y solitario. Normal, es que tampoco ha hecho nada por retenerla. Pero nada de nada, no ha plantado ni la más mínima batalla. Así no te dura un matrimonio, no le eches la culpa al vampiro.

Al final del video, es Nosferatu (y la presencia maligna) quienes se van del castillo a bordo de un coche de caballos, junto con su amada, recién incorporada a su mundo vampírico.

Es de suponer que la demanda de divorcio cayó al día siguiente.


Pet Shop Boys - Heart por PetShopBoys-EMI-Official







5 comentarios:

Bichoc dijo...

Completa y divertida visión del vídeo, enhorabuena.

Por cierto, Danijela Colic-Prizmic, la recién casada es croata, yo creo que todos los que éramos adolescentes por esa época nos "enamoramos" un poco de ella.

Ana dijo...

Hola Unknown: Muchas gracias por el dato, hay muy poca información sobre la modelo del video. Y gracias también por leernos. ¡Un saludo!

Unknown dijo...

Muy buena historia la del video, lo que mas me impresiona es que Neil Tennant por su gran actuación pareciera realmente enamorado de Danijela Colic cuando van en la carroza, pero es increible saber todo lo que hay tras la historia que cuenta el video y la realidad de sus vidas.

Unknown dijo...

la modelo parece trans

Unknown dijo...

Hoy en día la modelo tiene 52 años ¡cómo pasa el tiempo!

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